Las Cabezadas contaba con 17 vecinos |
Las Cabezadas quedan sólo algunas ruinas dispersas y un gran edificio con arco de medio punto que puede haber sido su iglesia. Lo que alguna vez fueron pastos y pequeños robledales, ahora son pinares de repoblación. El ICONA expropió en los setenta las tierras y el propio pueblo para dedicarlos a la reforestación. Los habitantes que quedaban se mudaron a comarcas vecinas o emigraron a la ciudad, abandonando sus viviendas que hoy se ocultan entre los pinos, invadidas de maleza.
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